Analistas Independientes de Guatemala

El proyecto de comunicación virtual del Instituto de Investigación y Análisis Independiente de Guatemala

¿Un mundo de cabeza?. Cuando "ser bueno" es para perdedores.

Por Luis Mack

La serie canadiense «Call Me Fitz» tiene como lema «Ser bueno es para perdedores», y ante las muchas historias de la vida real, nacional e internacional, parece que esta idea irreverente, es una creciente realidad.
 El primer ejemplo que me viene a la mente es del ámbito internacional. Es la historia de Rebekah Brooks, la llamada «Reina de los tabloides», cuya historia nos muestra hasta donde puede llegar la ambición y la falta de   escrúpulos La reina de los tabloides. La ambición desmedida En este caso, claro está, finalmente la protagonista fue detenida, aunque después de dejar un rastro de delitos y daños morales incalculables.

El segundo ejemplo proviene del ámbito nacional: demasiados ejemplos tenemos de personas que se aprovechan de la débil regulación de este país para sacar provecho, día a día, de sus intereses sin escrúpulos. Solo basta dar una vuelta por la ciudad para ver una multitud de personas que violan las leyes de tránsito, se van contra la vía, sobrecargan las unidades del transporte colectivo o simplemente, se pasan en rojo los semáforos, para darse cuenta que en la ciudad, prevelece la ley del más fuerte.


En el Boulevard sur, San Cristobal, hay microbuses que operan todo el tiempo con personas colgando del mismo y con la puerta abierta.

Un automóvil, contra la vía.

En el periférico, un bus sin luces direccionales ni de parada, por detrás.

El tercer ejemplo es personal. Demasiadas veces me ha ocurrido que personas mal intencionadas, con intereses ocultos y con bonitas palabras, han traicionado mi buena fe, y cada vez que me ocurre esto, me  dan ganas de tirar los principios y la trayectoria que me he esforzado por tener, para dar paso a una versión más light, más interesada y menos ingenua de mi mismo. 

En este caso, me refiero a una persona que recientemente nos contactó, vía las redes sociales, para solicitar ser  parte del colectivo Analistas Independientes de Guatemala; nosotros, de buena fe, lo acogimos como invitado del grupo, porque creemos que la apertura es un principio que hay que defender. Sin embargo, le propusimos dos reglas simples de pertenencia: la objetividad como una garantía de imparcialidad, y el respeto a los demás en el lenguaje y en su forma de conducirse. Cuando entramos en contradicción con el primer valor, la objetividad, se le sugirió discutir un par de argumentos que este señor esgrimía. La respuesta fue airada y mal encarada:¿quienes nos creíamos éramos nosotros? ¿cómo nos atrevíamos a cuestionar su opinión y censurar su artículo?. Ahora este sujeto quiere obtener credibilidad y publicidad gratuita, vendiéndose como víctima de una censura que nunca existió.

Mantener los valores y los principios en Guatemala es a veces muy difícil, especialmente cuando uno constata que en la vida diaria, no siempre gana el mejor, sino el que no tiene escrúpulos ni valores morales, éticos o religiosos; sin embargo, en el colectivo Analistas Independientes de Guatemala, reiteramos nuestro compromiso con la verdad, la decencia y la objetividad.   

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Esta entrada fue publicada el marzo 15, 2012 por en Anomia Social, Crisis de valores, El Problema del Gorrón, Valores.